El urbanismo actual, el predominante y más novedoso, no es una simple continuidad del urbanismo ciudadano de los ochenta y principio de los noventa, lo cual a priori es una buena cosa, pues aquel correspondía más a intervenir sobre la ciudad hecha y deshecha que a dar el salto que corresponde a la ciudad metropolitana actual. Pero, si bien es cierto que no todo lo que tiene historia es bueno, tampoco la modernidad es garantía de calidad.
El punto de inflexión que se expresó a partir de 1994 con los new projects tiene su manifestación más visible en los proyectos del este de la ciudad, verdadero test del nuevo urbanismo barcelonés. Y lo que se nos muestra nos recuerda demasiado a la “ciudad genérica”.
Este nuevo urbanismo que emerge físicamente a finales del siglo XX no es fácil de evaluar ahora, por su carácter embrionario, por su voluntad de apertura a diversas posibilidades de desarrollo y por situarse en una escala y en una trama de “ciudad por hacer” más que de hacer ciudad sobre la ciudad. Sin embargo, a partir de los elementos visibles existentes, especialmente en las áreas más emblemáticas, Diagonal Mar-Fórum 2004 y Plaza de las Glorias-nuevo eje cultural, se puede por lo menos plantear algunas dudas sobre el “nuevo modelo”.
Nos encontramos ante un urbanismo que fragmenta el territorio. Es muy perceptible en el área Besós: Diagonal Mar (el nuevo barrio, del antiguo no se habla) es un gueto para sectores medio altos; cada uno de los barrios populares se trata por separado (la Mina- por ahora se deja de lado su conexión con el resto-, La Catalana, Barrio Besós); dos áreas no construidas se califican siguiendo el zoning más tradicional, como viviendas de promoción privada y como campus universitario la zona colindante con la ronda. Este urbanismo fragmentado es la cara física de una nueva segregación social, en vez de buscar la mixtura.
La arquitectura se impone al urbanismo de la misma forma que el formalismo urbanístico se impone a los contenidos y los usos sociales. La arquitectura de “objetos singulares” de los arquitectos del star system es la cara “artística” de los productos aislados del urbanismo de los negocios. Son los promotores los que finalmente decidirán las formas y los contenidos de las operaciones resultantes.
Jordi Borja, Zaida Muxí
Urbanismo en el siglo XXI:
una visión crítica : Bilbao, Madrid, Valencia, Barcelona
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